El alza en el precio de los commodities agrícolas seguirá hasta fin de año

Tras la burbuja financiera del 2008, el precio de los granos no dejó de subir desde enero del año pasado. La demanda sostenida de alimentos de China es el principal motor en el alza en las cotizaciones, en especial de la soja. La devaluación del dólar es un factor importante.


Por Merino Soto 


Luego de las subas en las cotizaciones de los granos de los últimos meses, se espera que permanezcan sobre éstos las “presiones” que impulsaran aún más la mejora en los precios. Esto permitió que al final del tercer trimestre el índice de materias primas subiera un 17,8% en relación con el mismo período del 2009. Así lo consignó el informe de inflación elaborado por el Banco Central de la República Argentina (BCRA). 


Para la entidad responsable de la política monetaria dichas alzas en los dos meses que quedan del 2010 se darán en la medida en que “persistan” los efectos “climáticos adversos” y “el dólar continúe desvalorizándose” en relación con el resto de las principales monedas. 


En efecto, el Central destacó que entre enero del 2007 y julio del 2008, el dólar se depreció 20% respecto del euro, mientras que la actual suba de los commodities estuvo acompañada por una pérdida de valor de 13 por ciento. 


Dicho crecimiento de los granos se había iniciado siete años antes, con una mayor aceleración a partir del 2006, relacionada con la expansión económica mundial. Este proceso estuvo liderado por los precios de la energía, que aumentaron 200% entre enero del 2005 y julio del 2008, mientras que las materias primas agrícolas acompañaron la tendencia general, aunque tuvieron un aumento más moderado, de 113% en el mismo período. 


Para el BCRA, las cotizaciones alcanzadas en el 2008 representaron los valores reales más elevados desde los años ’80 para los productos agrícolas, tanto expresados en dólares estadounidenses como en la canasta de monedas que forman los Derechos Especiales de Giro (DEG). Pero “ambos escenarios distan de ser idénticos”, agregó. 


En el 2009 los valores fueron “moderados”, recuperando así parte de las pérdidas del año anterior. Sin embargo, durante lo que va del año, la demanda de alimentos por parte de los países en desarrollo, en particular China, sostuvo “las cotizaciones agropecuarias”. 


De todos modos, “estructuralmente prevalecen fundamentos, como la mayor demanda de alimentos ante los cambios en la dieta a nivel mundial y el desarrollo de la industria de los biocombustibles, que continuarán generando presiones alcistas sobre los precios de las materias primas a mediano y largo plazo”, sintetizó la entidad. 


En un reciente informe, Ecolatina detalló que sólo por la mejora en los precios se espera un “aumento” del valor exportado. Por ejemplo, entre la campaña actual y la anterior el campo obtendrá por lo menos u$s1.500 millones adicionales por ventas al exterior, a pesar de mantener la producción en niveles similares. 


La consultora adelantó que para el 2011 se espera que la tasa de crecimiento del consumo de commodities agrícolas sea “más dinámica” que la expansión de la oferta, apuntalando las “cotizaciones”. 


Clima. En lo referido al clima como elemento que motorizó el alza de los commodities, responde a la sequía en la región del Mar Negro, que afectó a los principales exportadores de trigo –como Rusia– y que impactó sobre las cotizaciones de otros granos, junto con otras preocupaciones climáticas. 


El Central recordó que al evaluar la tendencia de los precios de commodities se debe considerar que históricamente las cotizaciones de las materias primas mostraron una fuerte “correlación” entre productos. Precisamente un ejemplo de esto es la reciente suba del precio del trigo, cuyo impacto negativo sobre la producción fue particularmente importante para el resto de los granos forrajeros (cebada, maíz y sorgo). Además de ser sustitutos para algunos usos, y competir por la tierra, la relación de las materias primas agrícolas está vinculada a la renovada demanda de commodities como activos financieros y su función como reserva de valor. 


Ya en el último seminario de Agrotendencias, José Luis Aiello, director de Consultora Climatológica Aplicada (CCA), adelantó que las previsiones de un año sesgado por el fenómeno de “La Niña”, generaría lluvias por debajo de lo normal en la zona productiva sojera. 


Pero “cuando se produce este fenómeno, existe un 75% de probabilidades de que las lluvias estén por debajo de lo normal entre noviembre y marzo. Esto implica un alerta amarillo para los cultivos de soja y maíz”, pero “no influirá en el trigo y generaría buenos rendimientos en arroz y girasol”, destacó. 


En su opinión, para la Argentina la situación más conveniente es la del fenómeno “El Niño”, ya que permite lograr rendimientos superiores en soja. 


“El 85% del complejo sojero argentino está concentrado en la zona núcleo, y si ahí se instala un pulso seco tenemos un problema. Si la producción potencial alcanzara los 130 millones de toneladas, el efecto de ‘La Niña’ la disminuiría en 10 o 15 millones de toneladas. En Brasil, por el contrario, existen cuatro o cinco núcleos sojeros, lo que diversifica sus posibilidades”, consideró. 


Por último, Aiello recordó que en los modelos de simulación hay zonas que con “el cambio climático van a ser perjudicadas y otras, no” pero la “Argentina es una zona que va a ser beneficiada por el cambio climático”.


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