La cosecha: la nueva frontera de los robots dedicados al campo #mercadoarg #biodieselhoy #biodieselya #biodiesel #agro
Es la hora de la cosecha. Avísenles a los robots.
De acuerdo, todavía no llegamos a eso, pero el día en que los agricultores podrían no tener que salir siquiera para cosechar sus cultivos está cada vez más cerca.
En realidad, en el caso de los cultivos agrícolas como el maíz y el trigo, los inconvenientes son relativamente pocos. Un solo agricultor puede cosechar rápidamente una amplia zona al volante de una cosechadora y utilizando un dispositivo de posicionamiento global, GPS (por sus siglas en inglés). Mientras tanto, las compañías exploran las maneras de automatizar todavía más el proceso.
El fabricante de equipamientos agrícolas Kinze Manufacturing Inc., con sede en Williamsburg, estado de Iowa, junto a Jaybridge Robotics, de Cambridge, en el estado de Massachusetts, desarrollan tecnología que permite a los tractores operar sin un conductor.
La mecanización de la cosecha de otros cultivos, en especial las frutas, es un tanto más complicada. Se necesita más mano de obra y los trabajadores a menudo deben recoger las frutas a mano.
No obstante, un creciente número de empresas e investigadores desarrolla robots que abordan esos desafíos.
Robotic Harvesting LLC, del estado de California, está probando un producto para sus campos de fresas. Su prototipo atraviesa los campos con una cámara que identifica los frutos y un brazo robótico que las recoge. La garra del brazo, acolchada con espuma, puede recoger una fresa cada cinco segundos, colocar los frutos en una cinta transportadora para ser llevada a la parte superior del vehículo donde son colocados en cajas.
Una versión comercial del prototipo tendría múltiples brazos robóticos, costaría "un par de cientos de miles" de dólares y ahorraría hasta US$1 millón en costos laborales en un período de cinco años, asegura Joseph Wickham, dueño de Robotic Harvesting.
Los naranjales también podrían ser automatizados.
Energid Technologies Corp., de Cambridge, Massachusetts, trabaja en un prototipo que va montado en un camión con un brazo hidráulico de gran tamaño. A medida que el brazo maniobra entre los naranjos, dos horquillas recolectoras entran y salen como la lengua de una rana. Unas cámaras localizan las naranjas y los recolectores golpean los árboles para que caiga la fruta. Las naranjas, destinadas a producir jugo, son recogidas del suelo con la mano, pero se podría desarrollar otra máquina para cumplir con esa función.
Ya existen algunas máquinas que agarran naranjos y sacuden sus frutos. Sin embargo, el enfoque de Energid está diseñado para hacer menos daño a los árboles y no requiere que se retiren ramas bajas antes de ser usado, asegura James English, presidente y gerente técnico de Energid.
Un desafío clave para las empresas que desarrollan sistemas robóticos para la cosecha de frutas y vegetales es hacerlos rentables, sostiene Anthony Stentz, director del Centro Nacional de Ingeniería Robótica en la Universidad Carnegie Mellon, en Pittsburgh, Pensilvania.
"Como comunidad de investigación, todavía estamos en la fase de prueba del concepto", señala Stentz. El experto calcula que aún podrían tener que pasar cerca de 10 años antes de que cualquier técnica de cosecha robótica fuera ampliamente adoptada para la cosecha de frutas o verduras.
nota original
De acuerdo, todavía no llegamos a eso, pero el día en que los agricultores podrían no tener que salir siquiera para cosechar sus cultivos está cada vez más cerca.
En realidad, en el caso de los cultivos agrícolas como el maíz y el trigo, los inconvenientes son relativamente pocos. Un solo agricultor puede cosechar rápidamente una amplia zona al volante de una cosechadora y utilizando un dispositivo de posicionamiento global, GPS (por sus siglas en inglés). Mientras tanto, las compañías exploran las maneras de automatizar todavía más el proceso.
El fabricante de equipamientos agrícolas Kinze Manufacturing Inc., con sede en Williamsburg, estado de Iowa, junto a Jaybridge Robotics, de Cambridge, en el estado de Massachusetts, desarrollan tecnología que permite a los tractores operar sin un conductor.
La mecanización de la cosecha de otros cultivos, en especial las frutas, es un tanto más complicada. Se necesita más mano de obra y los trabajadores a menudo deben recoger las frutas a mano.
No obstante, un creciente número de empresas e investigadores desarrolla robots que abordan esos desafíos.
Robotic Harvesting LLC, del estado de California, está probando un producto para sus campos de fresas. Su prototipo atraviesa los campos con una cámara que identifica los frutos y un brazo robótico que las recoge. La garra del brazo, acolchada con espuma, puede recoger una fresa cada cinco segundos, colocar los frutos en una cinta transportadora para ser llevada a la parte superior del vehículo donde son colocados en cajas.
Una versión comercial del prototipo tendría múltiples brazos robóticos, costaría "un par de cientos de miles" de dólares y ahorraría hasta US$1 millón en costos laborales en un período de cinco años, asegura Joseph Wickham, dueño de Robotic Harvesting.
Los naranjales también podrían ser automatizados.
Energid Technologies Corp., de Cambridge, Massachusetts, trabaja en un prototipo que va montado en un camión con un brazo hidráulico de gran tamaño. A medida que el brazo maniobra entre los naranjos, dos horquillas recolectoras entran y salen como la lengua de una rana. Unas cámaras localizan las naranjas y los recolectores golpean los árboles para que caiga la fruta. Las naranjas, destinadas a producir jugo, son recogidas del suelo con la mano, pero se podría desarrollar otra máquina para cumplir con esa función.
Ya existen algunas máquinas que agarran naranjos y sacuden sus frutos. Sin embargo, el enfoque de Energid está diseñado para hacer menos daño a los árboles y no requiere que se retiren ramas bajas antes de ser usado, asegura James English, presidente y gerente técnico de Energid.
Un desafío clave para las empresas que desarrollan sistemas robóticos para la cosecha de frutas y vegetales es hacerlos rentables, sostiene Anthony Stentz, director del Centro Nacional de Ingeniería Robótica en la Universidad Carnegie Mellon, en Pittsburgh, Pensilvania.
"Como comunidad de investigación, todavía estamos en la fase de prueba del concepto", señala Stentz. El experto calcula que aún podrían tener que pasar cerca de 10 años antes de que cualquier técnica de cosecha robótica fuera ampliamente adoptada para la cosecha de frutas o verduras.
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