Los biocombustibles, con problemas - #macrisis
Según un relevamiento realizado por la consultora KPMG sobre la industria de los biocombustibles para 2019 en Argentina, el negocio presenta dificultades sobre todo en materia de exportaciones lo cual demandará medidas de fomento a la producción local y el fortalecimiento del mercado interno.
venta reactores productores de biodiesel |
En el informe anual también se destacó que la vez la industria deberá abrirse a los productos de segunda generación, que son más baratos y no generen competencia con la producción de alimentos.
De acuerdo al estudio de la consultora, se anticipan las perspectivas de desempeño de la industria “los niveles de producción podrían ubicarse en torno a un ajuste, y un nuevo retroceso en las exportaciones hacia fines de 2019”.
Con respecto a las ventas externas el informe planteó que, “si bien es cierto que la Unión Europea seguirá siendo el principal destino de las exportaciones nacionales de biodiésel durante 2019, lo sucedido con el mercado americano debe tomarse como un llamado de atención que incentive a las autoridades locales a la implementación de medidas”.
El estudio pidió avanzar en “medidas de fomento a la producción local de biocombustibles y que, al mismo tiempo, fortalezcan el mercado interno (incrementando los cortes con combustibles fósiles, por ejemplo) y la diversificación de los destinos de exportación”. Se trata de una medida reclamada por las cámaras del sector para hacer crecer el mercado local.
También destaca que “resulta necesario asignar mayores esfuerzos y recursos a la investigación y al desarrollo del sector, en cuanto a la segunda generación de biocombustibles que son los relacionados con la materia prima no consumible o biomasa”. La biomasa es una energía renovable poco utilizada en Argentina y con gran potencial.
Las ventajas
Al respecto, se precisó en el informe de biocombustibles que “sus principales ventajas están en que los insumos utilizados para su producción no generan competencia por la tierra fértil o con la producción de alimentos; no presentan el inconveniente de la disponibilidad, que sí observan los biocombustibles de primera generación (soja, maíz, trigo, sorgo, azúcar, etc.) y resultan más baratos. Algunos ejemplos de estos biocombustibles son el biodiésel de microalgas, elaborado a partir de aceites vegetales usados o el etanol de celulosa”.
En el plano local, el informe advirtió que “la inflación, la presión tributaria, la reinstauración de los esquemas arancelarios a la exportación y la ausencia de reglas claras (precios), conforman actualmente los principales obstáculos al buen desempeño de combustibles alternativos”.
El informe recuerda también que la actual ley de fomento a la producción de biocombustibles (26.093) expira en 2021 y “una posible prolongación podría traer algunos de los cambios demandados por el sector como por ejemplo, un incremento del corte con combustibles”. El cambio es buscado por las cámaras del sector para hacer crecer el mercado de biocombustibles.
En cuanto al reciente acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur, el informe de KPMG señala que “las perspectivas son alentadoras al poder impactar de lleno sobre la industria de los biocombustibles en el mediano plazo, principalmente en materia de exportaciones”.
Ello debido a que, a pesar de la potencialidad probada del biodiésel en los mercados externos, el mercado interno sigue siendo un importante motor de desarrollo para estos productos, algo que ha resultado evidente para el bioetanol. De hecho, en los últimos años la demanda interna se ha quedado con alrededor del 43% de la producción de biodiésel y la totalidad de la de bioetanol, en respuesta tanto a los sucesos externos como a las necesidades que impone el cumplimiento de los cortes obligatorios con naftas y otros combustibles fósiles o la siempre creciente demanda interna por estos últimos”.
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